viernes, 13 de mayo de 2011

Cap 17

Un pitido agudo llenó mis oídos mientras volvía de un lugar oscuro y silencioso, la luz empezó a colarse por mis parpados y se hizo aun más intensa cuando abrí levemente los ojos y un destello blanco se coló por ellos cegándome un instante.
Parpadee varias veces hasta acostumbrarme, una vez lo conseguí el pitido volvió a inundar todos mis sentidos mientras mirando a mi alrededor trataba de situarme.
Estaba perdida, o por lo menos así me sentía, perdida en un lugar totalmente desconocido. Paredes azul claro, sabanas blancas y un odioso  cuadrado blanco con luces que emitía el dichoso pitido a mi derecha.
Cuando intenté incorporarme en la cama me percate de que tenía algo en la cara, una mascarilla que me proporcionaba oxigeno y seguidamente me percate de que algo peor pasaba bajo las sabanas cuando una fuerte punzada a la altura de la cadera hizo que me detuviese en mi intento por levantarme, levanté la sabana que me cubría para encontrarme con una escayola en mi pierna derecha, una escayola que cubría la pierna entera y parte de la cadera.
¿Por qué tenía la pierna así? ¿Que había pasado? Necesitaba respuestas. Y aunque las necesitaba nadie pudo dármelas. Nadie sabía nada exceptuando que había tenido un accidente y eso era más que obvio, ninguno de mis amigos estaba presente en aquel momento.
Por supuesto yo no iba a ser menos, y mi cabeza no iba a darme la satisfacción de darme respuestas, así que frustrada permanecí en el hospital un tiempo. Quien dice un tiempo dice bastante tiempo, meses llenos de pruebas, llamadas, comida asquerosa, visitas, regalos, llamadas, rehabilitación…
Habían pasado tres meses, tres largos meses hasta que las pruebas finalizaron con buenos resultados y a mi pierna y cadera les pareció oportuno ponerse bien o medianamente bien y pude andar por mí misma y dejar a un lado la escachambrosa y roñosa silla de ruedas del hospital con la envergadura de un tractor viejo, aun después de haberme deshecho de ella seguía teniendo metido en la cabeza el chirrido de sus ruedas. También tuve, a consecuencia del accidente, que dejar el baile una temporada y eso acabo con mis nervios por completo, aquel era el último año en la escuela y si no lo terminaba no podría graduarme.
-¿Puedes sola?-preguntó cogiendo las cosas del maletero mientras yo luchaba con la muleta que se había encajado en el interior del coche.
Aquella tarde, después de recibir el alta y salir de rehabilitación Alex me llevo a casa, me costó que accediera puesto que para ella aun seguía siendo una pobre coja que no podía valerse por si misma.
-Si…no te preocupes-dije tirando de la muleta con todas mis fuerzas- ¡¡Ahhh!!¡¡Mierda!!-gemí cuando la muleta salió disparada hacia mi cara atizándome en la mejilla.
-¿Qué ha pasado?
-Nada…-dije saliendo finalmente del coche con la mano en la mejilla
-¿Cómo puede ser posible que seas tan torpe?
-Yo misma me hago esa pregunta todos los días…
Cerró el maletero y cargando con mí maleta se adelantó a mí, abrió el portal y esperó a que pasase
-Gracias
Me puse delante de las escaleras mirándolas con espanto
-Ahora viene lo difícil
-Voy a morir- lloriqueé
-Ve despacito
Empecé a subir con cuidado, aun se me resentía la cadera cuando la sometía a grandes esfuerzos, y este era un gran esfuerzo, 4 pisos, 80 escalones, toda una vida para subirlos…
No os voy a decir lo que tarde en subiros ni cuantas veces estuvo Alexa a punto de llevarme a caballito porque os reiríais, sus nervios le no permitían apoyarme y encarar la situación con paciencia, había subido hasta el rellano de mi casa y tras dejar las cosas en el felpudo, había vuelto a bajar a buscarme, no estaba dispuesta a dejarme remolcar, esto tenía que conseguirlo yo sola.
Metí la mano en el bolsillo de mi cazadora y saqué las llaves, Alex me las arrancó de la mano ansiosa, mientras yo hacia el intento de encontrar la llave de la puerta entre todo el manojo de llaveros, 5 llaveros para dos llaves, los 5 llaveros servían de perlas para encontrar las llaves en el bolso, pero a la hora de la verdad eran un estorbo.
Abrió la puerta y entró al interior como una bala dejando caer todos los bultos sobre el sillón.
Hogar dulce hogar…al principio y durante un par de segundos aquello me extraño…
-Mierda, me he dejado el móvil en el coche, ahora vuelvo ¿Vale?
Asentí con la cabeza sin mirarla, mirando a mí alrededor, Alexa desapareció por la puerta sin cerrarla del todo a su paso. 
Me giré y lo vi, un marco enorme negro con un enorme dibujo en blanco y negro…un escalofrío recorrió mi cuerpo al ver su cara y un flash cegó mis ojos. Una a una las imágenes fueron pasando por delante de mis ojos y poco a poco fui entendiendo todo, las piezas iban encajando en mi cabeza, una vez el puzzle se completo se convirtió en un espasmo que me llevo a estampar la muleta con todas mis fuerzas contra el cristal que tapaba el dibujo. Los cristales calleron al suelo esparciéndose por todo el salón y una lagrima callo por mi mejilla a la vez, un lagrima llena de una rabia salada.
Con todas mi fuerzas volvi a pegarle  con la muleta a lo que quedaba de cristal y marco y este se descolgó con el segundo golpe callendo al suelo. Me desplomé un segundo después junto a todos los cristales.





4 comentarios:

  1. mare de Deu!!! Quiero mas!! quiero que me empiezen a cuadrar a mis las piezas del puzzle! xD

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  2. Ya me lo he leido !!!! *-*
    En serio, me encanta la historia ... eso de que se intercambiaron los cuerpos me ha gustado mucho xDD
    y bueno , espero que Ari termine con Danny, la verdad hahahha
    sube prontito , que ahora tengo mono !
    hahaha besitos <33

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  3. pero pero,... necesito mas!!! necesito saber que mas pasa!! me tienes enganchada xD
    y bueno la foto es increible es una de mis preferidas!! y nada sigue pronto por que necesito saber que pasa y despejar dudas xD

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  4. Me encanta tu historia, me recuerda a una película parecida XDDD Sube pronto! :)

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